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“Parece que Dios hubiera muerto” de Diana Ospina es una conmovedora exploración del duelo y la reconstrucción personal, perfecta para lectores que buscan una narrativa emotiva y reflexiva sobre la pérdida y el proceso de sanación. A través de la historia de una joven que enfrenta la muerte repentina de su madre, la autora nos sumerge en un viaje íntimo y revelador hacia el pasado, explorando el silencio que ha envuelto su familia y las grietas ocultas en su relación. Este libro es ideal para aquellos que buscan una lectura introspectiva y conmovedora que les ayude a dar voz a sus propios dolores y encontrar el camino hacia la aceptación y la esperanza.